¿Qué es?
El Reiki es una técnica japonesa de transferencia de energía curativa por imposición de las manos. Se trata de la energía de la que han hablado muchas religiones y culturas, con nombre como “prana” para los hindúes, “maná” para los kahunas, “energía bioplásmica” para los investigadores rusos, “chi” para los chinos y “kundalini” para la tradición yóguica. Reiki está incluido dentro de las terapias bioenergéticas. Reiki es energía universal, es vibración, es pura luz. El Reiki actúa sobre tres niveles de sanación: físico, mental-emocional y espiritual.
Origen del sistema usui de sanación natural
Cabe señalar que existen varios tipos de Reiki, pero nosotros vamos a centrarnos en el Sistema Usui de Sanación natural. Usui Sensei (1865-1926), el fundador del Sistema Usui de Sanación natural, bautizó con la palabra japonesa “Reiki” a la energía vital universal. Rei (universal, sin límites), Ki (energía vital) teniendo en cuenta que la práctica de la transferencia de energía para la sanación viene desde tiempos inmemoriales. El Maestro Usui solamente rescató esta técnica milenaria.
REI (universal, sin límites)
KI (energía vital)Beneficios
El Reiki es una técnica japonesa de transferencia de energía curativa por imposición de las manos, entre cuyos beneficios:
- Se erradica la energía negativa y se eleva la vibración energética del paciente, mejorando, por tanto, la salud en general a nivel físico, mental emocional y espiritual, previniendo el desarrollo de enfermedades físicas y mentales, aumentando la calidad de vida del paciente.
- Acelera los mecanismos de eliminación de productos de desecho del organismo, eliminando toxinas (sudor, orina, gases, heces) y liberando emociones atrapadas (a través del sueño, del lloro o espasmos musculares).
- Mejora situaciones estresantes de la vida personal del paciente, facilitando la toma de decisiones.
- Mejora los procesos de autocuración del organismo (cicatrización, manejo de emociones, resolución de problemas).
- Favorece la relajación mental y muscular.
- Da claridad de mente y pensamiento.
- Potencia la efectividad de otros tratamientos de salud, pudiéndose aplicar de manera complementaria a los mismos.
- Disminución de los efectos negativos de las posibles medicaciones que tengan prescritas por su médico.
- Disminuye cualquier proceso inflamatorio del organismo.
- Mejora del funcionamiento de cada célula del cuerpo, optimizándolo al máximo.
¿Por qué Reiki?
La ciencia moderna ha demostrado que todo cuanto existe en el universo es vibración y somos energía en continuo movimiento e intercambio. No es descabellado pensar que, si se interviene en los desequilibrios vibratorios que han derivado en un estado de enfermedad, al devolver al organismo a su estado de vibración natural, esto va a traducirse en una mejora inmediata de la salud, facilitando los procesos de sanación. La sanación con Reiki es recobrar el estado natural y perfecto del organismo, equilibrando la desarmonía existente en:
- La salud del cuerpo y la mente (sanando el cuerpo físico y la mente).
- Crecimiento espiritual (sanando el alma).
Tratamiento
El terapeuta Reiki equilibrará la vibración del organismo, mediante la imposición de manos, trasmitiendo Reiki en diferentes puntos estratégicos de intercambio de energía (denominados chakras).
¿En qué consiste?
El tratamiento Reiki se realizará en una sala con iluminación tenue, con música de fondo seleccionada para ayudar a la relajación del paciente. Habrá un recipiente con agua, una vela, un cuarzo y un incienso, representando los 4 elementos (agua, fuego, tierra y aire).
El paciente deberá quitarse cualquier abalorio de metal y el reloj para que no interfiera con la energía que va a recibir. Se pondrá a disposición una toalla para cubrirse en caso de frío y se le acomodará la postura con un cojín en caso de ser necesario.
A continuación, el terapeuta irá canalizando Reiki durante 3 minutos en cada chakra, empezando por la cabeza y terminando en los pies. En caso de que el paciente sea diabético se empezará desde los pies a la cabeza.
La sesión tiene una duración de 1 hora aproximadamente, contando con una entrevista corta posterior con el terapeuta Reiki, en la que se decidirá la continuidad y frecuencia del tratamiento, así como complementar la terapia con cuarzos cargados de Reiki, para ir trabajando los puntos de bloqueos energéticos.
Inicialmente pueden ser necesarias de 3 a 4 sesiones relativamente seguidas para alcanzar el equilibrio vibracional del organismo.
El paciente durante el tratamiento puede experimentar diferentes sensaciones totalmente normales, que abarcan desde cosquilleos, pequeños espasmos, presión en los chakras, calor, frío, ganas de llorar o expresar sentimientos.
Cabe señalar la importancia de no bloquear el lloro y dejar fluir y expresar las emociones.
Crisis curativa
Tras recibir el tratamiento es normal experimentar a lo largo de dos o tres días, cambios en el organismo a nivel físico y emocional. Al acelerar los mecanismos de deshecho del organismo, esto se notará tanto a nivel físico como emocional:
- A nivel físico, la eliminación de líquidos y toxinas aumentan reflejándose en el aumento de la frecuencia de la micción, la excreción y expulsión de gases.
- A nivel emocional, a través de sueños relacionados con traumas psicológicos, así como inestabilidad emocional (irritabilidad, cambios de humor, ganas de llorar).
Una vez pasada la crisis curativa, a lo largo de la cual se van eliminado los bloqueos energéticos, el paciente empezará a notar los beneficios del nuevo equilibrio vibracional alcanzado.
Tratamiento complementario con cuarzos
En Reiki se usan los cuarzos por sus propiedades amplificadora y acumuladora de energía:
- Como amplificadores de energía, situándolos en cada chakra durante la sesión.
- Como acumuladores de energía, cargándolos de Reiki para que vaya liberándolo poco a poco, beneficiando de ello a la persona portadora del mismo.
