Un día soñamos con poder albergar en un mismo espacio distintas terapias alternativas que estuvieran enfocadas a la prevención de la enfermedad y al cuidado de la salud, de una manera integral y respetuosa.
Hace tiempo iniciamos un camino distinto al que teníamos establecido, buscando calma mental y bienestar físico.
Comenzamos a practicar la meditación y el yoga y empezamos a plantearnos cambios en nuestra alimentación, con coherencia y decisión.
Es decir, nos volcamos en cuidar nuestro templo más sagrado, nuestro cuerpo y, de manera ineludible, nuestra mente.
Ahora, por fin,
Rasayana Longevidad
tiene su lugar.
Lo que nace del corazón crece fuerte y robusto
El Ayurveda tiene una base filosófica y espiritual muy importante pero es su estructura conceptual a nivel físico, fisiológico y psicológico la base sobre la que nuestro centro se apoya, considerando el equilibrio cuerpo-mente fundamental para una vida saludable y plena.
Es un modelo de salud con una tradición ancestral al servicio del bienestar y de la longevidad, y nosotras tenemos la ilusión y el absoluto convencimiento de que es uno de los caminos más adecuados y equilibrados para la prevención y el cuidado.
Por eso emprendemos este camino y por eso estamos dispuestas a implicarnos al máximo en colaborar en tu salud, con el objetivo básico de una vida longeva y de máxima calidad, feliz y plena.
Lo demás, está en tus manos
hicimos
realidad
un
proyecto
de
vida
Por mi parte, me licencié en Psicología Clínica impulsada por la necesidad de encontrar respuestas, aprender sobre el comportamiento humano e intentar obtener herramientas para el abordaje de las huellas que algunas emociones y sentimientos dejan en nuestra vida. En definitiva, quise enfrentarme a mi existencia con la mayor de las fuerzas y el mejor de los entendimientos. Mi pasión por el Ayurveda vino un poco después, cuando por motivos de salud, tuve que buscar alternativas.
Entonces el Ayurveda me mostró una vía maravillosa y amplia de posibilidades, y me brindó la oportunidad de sentirme, por primera vez, responsable de mi salud. Saber claramente cómo uno quiere vivir, a pesar de parecer algo trivial y sencillo, no lo es. Cuando te planteas honestamente cómo te cuidas y respetas, surgen demasiadas dudas y excusas.
Por eso tomé una decisión valiente y comprometida conmigo misma y comencé a experimentar, con los tratamientos y los cambios en mi alimentación, mejoras en mi salud. Tengo que reconocer que me sedujo muy rápido y comencé a estudiarlo (en la Escuela Superior de Ayurveda, con quien colaboro actualmente) mientras mi cuerpo me sorprendía con mejorías inesperadas. Si soy honesta, tuve y tengo recaídas, cada vez menos duraderas, más simples en síntomas, de las que me recupero cada vez mejor.
Como dice mi maestra, después de tantos años de desequilibrio, no podemos pretender que todo vaya siempre bien, sin alteraciones.
Mi querida compañera Ana se introdujo en Ayurveda poco a poco, cambiando rutinas de alimentación y descubriendo "la magia" de los tratamientos, como ella dice.
A Ana siempre le ha fascinado el masaje, pues desde pequeña encontró todos sus beneficios cuando, por motivos de salud, su madre tuvo que tratarse de manera intensiva con profesionales del tratamiento manual y herbal para el alivio de fuertes dolores.
Desde aquella experiencia temprana empezó a sentirse atraída por el mundo de la salud y de la estética y sus inicios en la vida laboral fueron precisamente en este ámbito, con masajes y productos centrados en mejorar la calidad de vida de sus pacientes.
Atraída por el arte, la belleza, la armonía y la salud se interesó por tratamientos y terapias alternativas y profundizó en distintas filosofías de vida.